Nuestra primera salida después de haber estado trabajando dos años en Chile, el invierno comenzó con temperaturas muy bajas y sin haber tomado vacaciones decidimos tomarnos una pausa cálida, comenzamos la búsqueda de lugares calientes culturalmente atractivos y con playas de aguas bien claras. Los pasajes aéreos los canjeamos con los puntos que acumulamos con la tarjeta Lan Copec y lo que no cubre es sólo la tarjeta de embarque además de la oferta que se hace en Ciber-monday.
Cartagena de Indias (19 al 21 de junio)
A la llegada de esta ciudad nos preguntabamos si será seguro el transporte y en el aeropuerto hay una oficina que tu le indicas el lugar donde vas y te calculan la tarifa, te pasan un voucher por CLP$2850 (COP$13.000) y la plata se la entregas al conductor una vez que finalizas el recorrido hacia tu lugar de alojamiento, en el caso de nosotros era desde el aeropuerto hasta el centro histórico.
Cuando veíamos el mapa no identificamos en qué lugar sería mejor hospedarnos ya que veíamos que muchos sectores estaban calificados muy bien en ubicación según la página www.booking.com, finalmente decidimos quedarnos dentro de la ciudad amurallada en el Hotel Palenque, lo escogimos porque era una casa tradicional colombiana tenía una pequeña pileta importante estando en una ciudad y un clima tan cálido, hospedaje totalmente recomendable limpio, lindo, bien ubicado cerca de plazas, monumentos y restaurantes, incluía desayuno (frutas, pan de molde, huevos revueltos, té o café) por CLP$29.600 (COP$135.000).
Foto Hotel Palenque.
El centro histórico de la ciudad es FASCINANTE cada calle es especial y más hermosa que la anterior, nos perdíamos caminando todo el día, importante siempre solicitar un plano en el lugar que te hospedes y caminar descubriendo cada uno de sus rincones. Como es tan caluroso el primer día toma las precauciones de comenzar tu recorrido con suficiente agua, aplicarte bloqueador y comprarte un sombrero que los venderán en todos los lugares, me cobraron en un principio
CLP$10.900 (COP$50.000) pero como ya sabíamos que hay que preguntar bastantes precios antes de comprar seguí preguntando hasta que descubrí que en las tiendas costaba CLP$2.600 (COP12.000) y lo adquirí de un vendedor callejero porque me dio un valor razonable de inmediato así que se lo compré en CLP$3.300 (COP$15.000).
El calor es demasiado fuerte algunos días así que hacer pausas y tomarte aguas de panela, limón y hierbabuena es muy bueno, así tomas fuerzas para seguir descubriendo o si bebes una cerveza bien heladita Club Colombia y Aguila (más económica la encontré muy parecida a la Cristal) son las dos nacionales, personalmente me encanto la Club Colombia negra y roja. Hay un bar sobre la muralla, frente al mar donde puedes escuchar música lounge, ver la puesta de sol, este queda en el Baluarte de Santo Domingo.
Foto Bar Bon Apetit.
Hay una delicia que descubrimos hace un tiempo atrás “el mango verde con limón y sal” si te gustan las cosas con limón y frescas te encantará, lo verás en muchas esquinas parece una flor verde medio amarillo y lo echan en una bolsan y te preguntan con qué lo quiere puedes agregarle hasta pimienta si lo deseas, es un sabor bien diferente al mango cuando está maduro.
Si te gusta visitar museos hay una gran oferta de ellos, se encuentra el Museo de la esmeralda, del oro, de la inquisición, el histórico además puedes visitar centros culturales, galerías de arte contemporáneo y la casa del escritor Gabriel García Márquez. Sin embargo, el centro histórico es un museo a cielo abierto en cada esquina puedes encontrar un panel con información histórica relevante sobre el lugar donde te encuentras, así te enteras de la historia de cada plaza, palacio, casa, monumento y sobre las innumerables esculturas que te encontrarán en los espacios públicos.
Foto Plaza Santo Domingo Escultura Gertrudis de Fernando Botero
Foto Plaza La Merced Esculturas de oficios tradicionales de Enrique Grau
Recorrer las calles de noche es bello, todo luce diferente por la iluminación que tienen los edificios, observar la diversidad cultural, sus exuberantes mujeres, sus rasgos, su música fuerte, disfrutar de un café colombiano un tintito como le dicen ellos, entre tantas cosas más.
Península de Barú, Playa Blanca (del 22 al 29 de junio)
A sólo una hora y media al sur de la ciudad de Cartagenas se encuentra la zona costera isla Barú, esta zona la separa el canal el Dique, ahora posee el puente Barú así que es de fácil acceso sin embargo el camino final es decir, los últimos 4 kilómetros son de tierra y muchos baches.
Al llegar al estacionamiento de Playa Blanca todo el camino que te resta para llegar al alojamiento lo debes hacer caminando por la playa, si vas con mucho equipaje puedes tomar una lancha, regatea en todo momento porque siempre lo primero que te dicen es tres veces el precio que deberían cobrar.
Nosotros leímos las recomendaciones de los viajeros en booking pero me hubiera gustado encontrar datos prácticos acerca de este lugar como:
- Te puedes dar sólo una ducha diaria y esa ducha es un tanque con unos 4 litros solamente.
- El agua para bebés en botella o en bolsa que es más económica cuesta el triple de lo que sale en la ciudad.
- Los que vayan buscando fiestas nocturnas no las encontrarán a las 2:00 am. Se acaba la bulla.
- Después que se esconde el sol salen los voraces, mosquitos, no olvides el repelente, lo mejor es comprarlo siempre en el país que visitarás, ya que está hecho ese tipo de insectos.
- Los hospedajes colocan la música muy fuerte todo el día.
- Sí hay wi fi pero es limitado sólo en la noche y la electricidad también solo de 6 pm a 6 am.
- En los alojamientos de la playa no hay aire acondicionado solo ventilador, lo que no es terrible nosotros pasamos 7 días allí y en realidad muchas veces no lo prendimos porque estaba fresco y corría viento.
- Hay mosquetero sobre las camas.
- Arriendan piezas y también hamacas.
- Conviene mucho alojarte con las tres comidas del día aproximadamente CLP$29.800 (COP$136.000).
Hostal La Canoa
Escogimos el Hostal La Canoa por la buena calificación sobre sus anfitriones Laura y su abuelo, comprobamos en realidad que la calidad humana de ellos era maravillosa. Laura cartagenera nos abrió las puertas hacia su vida, la de su familia y nos enseñó mucho acerca de su cultura y la forma en cómo se vive en Colombia.
Cada día pasábamos horas conversando de sus orígenes amerindios que constituye la población nativa, europeos colonizadores y africanos traídos a américa por los españoles como esclavos durante el siglo XVII hasta el XIX. Producto de ésta mezcla podemos observar rasgos maravillosos y cuerpos exuberantes muy disímiles unos de otros.
Vista desde el hospedaje
Aprendimos cómo se manejaba un hospedaje en la playa con servicio de comida y cócteles, Laura nos hacía partícipe de sus labores y nos contaba historias sobre el lugar.
¿Qué puedes hacer aquí?
Lo que nosotros probamos y recomendamos es realizar el tour nocturno del “Planton” que consiste que te pasan a buscar a tu hospedaje cuando anochece alrededor de las 19:00 horas y vas en una lancha hasta una laguna que queda cerca a unos 10 minutos de la playa, paran y te dan 45 minutos para quae te bañes en un lugar donde el agua brilla, tu agitas el agua y ves miles de puntos fosforescentes, es una experiencia maravillosa. El planton lo puedes ver en 3 lugares en el mundo en Colombia, Nueva Zelanda y México. Este tour cuesta CLP$ 3.300 (COP$15.000) por persona y te lo pasarán ofreciendo por la playa, cualquiera es bueno, ya que todos hacen lo mismo.
Foto de todos los pasajeros en la lancha de noche, de camino a nadar en el planton
Otra experiencia recomendable es la excursión día completo (desde las 9:30 a 16:00 horas) por Las Islas del Rosario, es un archipiélago formado por 28 islas, están compuestas por sucesivas formaciones coralinas que están a diferentes profundidades. En el tour te llevan a conocer la isla grande, a realizar snorkeling alrededor de una pequeña isla, a almorzar a la isla Cholón (tu debes comprarlo) y a descansar a Playa azul un lugar paradisiaco, tranquilo donde puedes observar estrellas de mar amarillas. Recomiendo la empresa Backpackers ya que, el día anterior un local de Playa Blanca Don Rigoberto nos dejó plantados sin ninguna explicación CLP$10.900 (COP$50.000).
Foto de la actividad de snorkel con Marcelo
Además se puede visitar el acuario donde verás animales en cautiverio y aportar a que los sigan utilizando para divertirte, creo que eso no se lo merecen los pobres animales, lo mismo ocurre con el aviario que queda al ingreso de Playa Blanca. Nosotros no fuimos ya que no estamos de acuerdo con tener a los animales presos teniendo un mundo natural y maravilloso que los espera.
En este alojamiento conocimos a una pareja de argentinos Gaby y Juan, que habían decidido renunciar a sus trabajos de salvavidas, vender lo que tenían y emprender el vuelo por latinoamérica, realizando voluntariados en cada lugar que pudieran, ellos se quedaban en una carpa en el hostal. Los primeros días ayudaban con algunos quehaceres, para luego convertirse en los mejores cocineros, pintores de carteles, meseros y anfitriones que había tenido este hospedaje. Siempre te ofrecían una sonrisa y buena conversación, a pesar que son muy jóvenes 22 y 25, tenían una forma clara e inteligente de ver la vida, demostraron ser muy aptos para manejar situaciones de toda índole y unas muy lindas personas que luchaban por sus sueños juntos.
Foto con todos sentados en la Hostal La Canoa, Colombiana, argentinos y chilenos
En esta hermosa Playa Blanca pasamos días muy agradables y tranquilos, bañándonos en las cálidas aguas, comiendo mango verde, conversando con viajeros de diferentes países y tratando de leer mientras la música sonaba muy fuerte, al principio nos aturdió pero luego nos acostumbramos.
Un día se nos acercó un moreno con una polera que decía Decameron un resort 5 estrellas que quedaba frente a donde estábamos, nos preguntó ¿de qué país nos visitan? De Chile, ¿están casados? Sí y viajan con alguna tarjeta bancaria? Sí y entonces en un tono muy motivador dice, entonces ustedes clasifican en el perfil para ser invitados a pasar un día nuestro hotel con almuerzo buffet y bebidas frías sin ningún cobro, completamente gratuito, y preguntamos ¿a cambio de qué? A que lo conozcan y les puedan ofrecer un programa de tiempo compartido llamado multivacaciones, si ustedes no les interesa no hay problema.
Nos pareció bastante dudoso el ofrecimiento, pero decidimos ir al día siguiente a averiguar de qué se trataba la cosa.
Nos levantamos muy temprano y a las 8:00 de la mañana estábamos en el lugar que nos indicaron que pasaría a recogernos un bus del Hotel, después de una larga espera llegamos al lujoso lugar, nos recibió una chica que nos hizo un interrogatorio acerca de cuántos viajes habíamos realizado, a qué destinos, la duración y frecuencia de estos, cuantos años de casados, en que trabajamos es decir, nos sacó toda la información de la radiografía de nuestra vida juntos. Nos mostró las instalaciones y nos llevó a una pequeña oficina, donde nos esperaba el que nos iba a introducir y explicar cada detalle de este programa que harta desconfianza nos provocaba, él actuaba como si nos estuviera estafando no era natural en sus gestos, nos dió la mano más de 3 veces, nos decía no sean desconfiados, por qué tienen los brazos cruzados, no se pongan nerviosos, lo cual comenzamos a desconfiar cada vez más, en fin nos explicó que ellos contaban con hoteles en todo el mundo y quería que nosotros fuéramos socios de su plan de multivacaciones y que obtendremos precios por noche de alojamiento a un precio muy conveniente, lo único que nos vendería por adelantado 600 noches de hotel pagando una cuota inicial de $14 millones de pesos en un principio y luego pagar hasta llegar a $25 millones en módicas cuotas con la tarjeta de crédito y que siempre tendríamos que vacacionar en sus hoteles.
Todo lo anterior lo explicó muy complicado usando porcentajes hablando de dólares lo que yo no entendía nada, pero sabía que Marcelo estaba sacando cálculos inmediatamente. Al finalizar la explicación le dijimos que no nos interesaba estar amarrados a vacacionar todos los años y siempres en sus hoteles porque obviamente hay años que no saldríamos y que no contabamos con todo ese dinero, ahí la situación comenzó a tornarse densa, comenzó a culparnos que porque nosotros lo rechazamos no tendría sueldo ese mes y muchos otros lamentos, lo que me pareció terrible, ahí dijimos firmemente, usted no puede hacernos esto ya le dijimos que no y no firmaremos nada, insistió una y otra vez hasta que nos paramos y nos despedimos.
Salimos muy nerviosos de ese momento incómodo, pero al saber que ya eran las 12:00 horas y que habían abierto el restaurante se nos pasó ese sabor amargo de sentirte obligado a hacer algo que no quieres. Comimos mucha ensalada que es bien escasa en los platos cartageneros y postres, para luego irnos a la playa privada del hotel a tomar mojitos sin alcohol y a descansar, al finalizar la tarde como estábamos frente a Playa Blanca nos regresamos en moto de agua, ya que aún teníamos la duda si nos harían firmar a la fuerza a la salida jajajjaja fue una sensación de escape cuando íbamos en la moto, la que saltaba muchísimo ya que después de las 16:00 horas el mar está más rizado.
Fotos de Decameron Resort
Después de unos hermosos 7 días en este lugar volvimos a Cartagena para alojarnos una noche solamente ya que, partirÍamos rumbo a la isla San Andrés. Dejamos la mochila en el hospedaje Jet-Set ubicado en el barrio Getsemani del centro histórico, dentro de la ciudad amurallada, lugar que nos recomendaron una pareja de chilenos que conocimos, el hospedaje resultó ser muy conveniente, cómodo y bien ubicado, ya que se encontraba en un lugar céntrico y que nosotros no llegamos a conocerlo antes, la noche de la habitación doble sin balcón con aire acondicionado nos costó CLP$17.600 (COP$80.000).
Viajamos en la aerolínea Viva Colombia el pasaje nos salió CLP$149.000 (COP$681.560) y para ingresar a San Andrés te cobran un impuesto CLP$46.100 (COP$210.000) por dos personas.
Isla San Andrés (del 30 de junio al 6 de julio)
Llegamos en la mañana a la isla, no reservamos antes el hospedaje y leyendo los comentarios de booking identificamos que los hospedajes quedaban a menos de un kilómetro del aeropuerto, así que por primera vez salimos de él caminando, identificamos que a una cuadra quedaba la playa, caminamos unas cuatro cuadras y nos tinco ingresar a un hospedaje llamado “El Vecino”.
San Andrés nos encantó la playa es muy tranquila hay menos vendedores ambulantes y son menos insistentes, tiene un ambiente muy familiar y ofrece una variada gama de excursiones, paseos, tiendas de perfumes, cosméticos y alcohol.
Foto playa principal de la isla, Spratt Bight
Los tour que ofrecen son:
- Johnny Cay, es la isla que se encuentra frente a la playa principal Spratt Bight, en esta isla puedes hacer snorkel, recorrerla y ver las iguanas libres.
- Mantarrayas y acuario
- Manglares
- Vuelta a la isla en: Chiva (una micro bien pintoresca) o en tren turístico.
- Puedes arrendar carro de golf, unos mini autos o moto para darle la vuelta a la isla y disfrutar de las piscinas naturales que hay en el camino, la cueva del pirata, parque natural, manglares, hoyo soplador, entre otros.
Recomiendo tomar la excursión completa que te llevan a Johny Cay en la mañana y en la tarde realizan un paseo por la isla en lancha, visitamos los manglares un bosque que crece en el mar, nadamos junto a las mantarrayas ellas están libres y el acuario, que nos encanto ya que, están en su hábitat natural, recomendación llevar lentes y tubo para que puedas observarlos bajo el agua, nosotros arrendamos y eran muy incómodos y el mío se rompió antes de meterme al agua. El tour full costo CLP$10.900 (COP$50.000) por persona, trata de contratar los tour en las oficinas amarillas con verde que están en la playa principal.
Una tarde salimos a pasear y a buscar un lugar donde cenar una comida diferente, ya que hasta el momento habíamos comido casi todos los días lo mismo una porción de ensalada, arroz con coco, plátano frito acompañado de carne frita. Llegamos a un restaurante que estaba sobre el mar, el que me cautivó con la vista y su decoración bien femenina. Nos indicaron que debíamos reservar y dejamos lista para ir a cenar la siguiente noche. Probamos por primera vez la famosa langosta, con langostinos, camarones y calamar, la experiencia fue muy bella y romántica, la comida muy sabrosa, totalmente recomendable.
El último día en la isla arrendamos una moto, como soliamos hacerlo siempre en las islas tranquilas y recorrimos a nuestro ritmo todo el contorno disfrutando cada mirador y la vista que en todo momento es bellísima.